Concepto de tratamiento

Tu piel es sabia.

Tu piel y tú: para siempre inseparables, en eterna conexión. Por ello, en Dr. Hauschka no solo prestamos atención a lo que tu piel necesita. Sino que también te consideramos a ti, como ser humano. Presta atención a las señales de tu piel, a los agentes externos y a tus desafíos internos. Y siente qué es lo que te sienta bien ahora mismo.

¿Te acuerdas…?

Son muchas las cosas que habéis vivido, tú y tu piel. Habéis coleccionado arruguitas de la risa y también cicatrices. Habéis pasado días al sol en la playa y habéis bailado toda la noche. No importa el reto que le hayas planteado a tu piel, siempre ha sabido exactamente lo que necesitaba para mantenerse fuerte y radiante. Así que confía en tu piel. Al igual que nosotros.

 

Lo que nos toca, llega más profundo.

El sol en la cara, la arena entre los dedos de los pies: lo que sientes en tu piel, no se queda solo en ella. Muchas sensaciones te atrapan por dentro, despiertan emociones en ti. Porque la vida también nos llega bajo la piel, hacemos cosmética que tiene un efecto más profundo. Que estimula las capacidades propias de la piel y la fortalece desde el interior.

¿Cómo te sientes en tu piel?

¿Anhelas paz, energía fresca? ¿Estás en paz con tu ser? Tu piel es capaz de satisfacer muchas de sus necesidades por sí misma. Pero incluso siendo toda una maestra en su autocuración, de vez en cuando necesita un poco de apoyo. Es entonces cuando la cosmética Dr. Hauschka llega al rescate con composiciones de plantas medicinales individuales que proporcionan a tu piel impulsos efectivos cada día: Le dan un impulso de energía, la acompañan y protegen o le devuelven su equilibrio. Para que te sientas a gusto en tu piel.

 

Tu contacto con el mundo.

Tu piel da espacio a tu interior y es, a su vez, tu frontera exterior. Cada soplo de viento en la cara, cada toque fugaz te pone en contacto directo con el mundo. Y eso también se refleja en tu piel de vez en cuando: cuando un hormigueo en el estómago te pone la piel de gallina. O cuando tus mejillas se encienden de emoción.

Mantener el ritmo.

Reparar, regenerar, renovar: tu piel se mantiene activa toda la vida. No nos debería sorprender que sus necesidades cambien una y otra vez a lo largo de los años y, a veces, incluso, de un momento a otro. Acompañamos a tu piel en sus diferentes fases de vida. Con un cuidado tan rítmico como la vida misma.

 

Vive tus posibilidades.

A medida que te desarrollas, creces superando retos y adquieres experiencias, tu piel también cambia. Una piel grasa adolescente, por ejemplo, puede transformarse en una piel más bien seca que requiera cuidados especiales. Por eso, no nos centramos en las deficiencias de tu piel, sino que la apoyamos para que redescubra su fuerza interior y pueda volver a encontrar su equilibrio por sí misma.