Cuidado dental y bucal

 

Dientes sanos, cuerpo sano.

Una boca y dientes sanos influyen en la salud más de lo que se pudiera creer. El estado de la boca puede influir en todo el organismo y viceversa: las enfermedades generales pueden afectar a la salud bucal. Por ejemplo, una inflamación en la cavidad bucal (las encías, el ligamento periodontal, la mandíbula) puede provocar la llegada de bacterias al torrente sanguíneo que las transportará a regiones corporales alejadas de la boca. En dichas regiones puede empeorar alguna enfermedad ya existente. Y al revés, una enfermedad metabólica como la diabetes puede propiciar la inflamación de las encías (periodontitis). Sin embargo, hay estudios científicos que demuestran que un tratamiento eficaz contra la periodontitis puede tener efectos positivos en personas diabéticas.

Consejo de salud

Informa a tu médico u odontólogo si tienes las encías inflamadas o si notas sequedad en la boca.

 

 

Consejos para la salud bucal

Dientes sanos gracias a una alimentación correcta.

Los alimentos pueden ayudar a mejorar la salud, pero también ponerla en peligro. Si se conocen las dos caras de la moneda, es posible proteger y fortalecer los dientes y las encías.

Los alimentos ricos en proteína y pobres en grasas y ácidos como las lentejas, las judías, la carne magra y el pescado son buenos para la salud bucal. El queso también proporciona una protección ideal para los dientes, ya que el calcio que contiene y los fosfatos, junto con la caseína (un producto lácteo), funcionan como una película protectora que envuelve el esmalte. También es importante beber lo suficiente, preferentemente agua mineral sin gas, o té negro o verde sin endulzar. Esto refuerza el efecto de enjuague en la boca. Las golosinas dulces, ácidas y pegajosas, las bebidas gaseosas, así como los carbohidratos de harina blanca son problemáticos: con ellos se forman ácidos directamente en la boca que atacan el esmalte y que pueden tener un efecto negativo sobre la flora bucal.

El cuidado dental óptimo.

Unos dientes limpios, unas encías sanas y una sensación fresca en la boca son la recompensa por una buena higiene bucal.

Para disfrutar de unos dientes sanos y unas encías fuertes, limpiar los dientes con la técnica correcta tiene un papel muy importante. Sin embargo, con el cepillo de dientes solo alcanzamos alrededor del 60 por ciento de la superficie dental. Para el resto necesitamos medios auxiliares como seda dental y cepillos interdentales, con los que podemos limpiar eficazmente de restos de comida y bacterias los espacios entre dientes. Así se previene la caries y las inflamaciones gingivales. También es importante limpiar la lengua, ya que las bacterias presentes en esta suelen ser responsables de la halitosis. Un buen dentífrico con ingredientes naturales contribuye a mantener un cuidado dental óptimo. El enjuague bucal completa la higiene diaria: con él se alcanzan también el paladar y las cavidades donde no llega el cepillo de dientes, además de estabilizar la flora bucal.

La persona y la higiene bucal desde el enfoque holístico.

Un encuentro entre Dr. Hauschka Med y el odontólogo antroposófico Dr. med. dent. Wolfgang Güldenstern.

¿Qué diferencia a una odontología holística de la odontología convencional?

Nuestros dientes son más que meras herramientas mecánicas del sistema digestivo. Son la expresión de nuestra individualidad y de nuestra compleja confrontación con la vida. Por ello, en la medicina antroposófica no solo consideramos al paciente como un ser físico, «mecánico», sino también como un ser en constante evolución mental y espiritual. A mí me gusta llamarla la «medicina que escucha». Como médico, debo «escuchar» los dientes para poder ver con claridad las necesidades de curación de la persona en su totalidad.

¿Basta con lavarse los dientes con cualquier pasta de dientes, cepillo de dientes e hilo dental?

Desde mi experiencia, el cepillo de dientes y el hilo dental no son suficientes para una profilaxis efectiva. Los enjuagues bucales pueden contribuir de forma considerable al cuidado de la boca en los rincones de difícil acceso. Pero no todos los enjuagues bucales, ni tampoco todos los dentífricos, contienen componentes recomendados.

Entonces, ¿hay ingredientes que deberíamos evitar, como los fluoruros y los tensioactivos?

Hoy en día, el agua, el aire y los alimentos contienen cada vez cantidades más altas de fluoruros. Así que no, no podemos hablar de escasez de flúor. Por tanto, los fluoruros no deberían ingerirse adicionalmente y de forma continua a través de dentífricos, sino que solo debería recetarlos el médico cuando sea necesario desde el punto de vista terapéutico. Los tensioactivos no son necesarios para que un dentífrico obtenga buenos resultados. Por ello, yo recomiendo utilizar dentífricos sin tensioactivos.

¿Qué componentes naturales puede recomendar para dentífricos y enjuagues?

Los aceites esenciales en especial pueden tener efectos curativos cuando se emplean en dentífricos y enjuagues. Otro componente beneficioso es el extracto de salvia. La ratania es una excelente planta medicinal que se utiliza incluso con fines curativos tras tratamientos dentales. Otro extracto con efectos muy positivos es el de castaño de Indias (aesculus hippocastanum), ya que fortalece los dientes y mejora la resistencia de la cavidad bucal. La clorofila verde es igualmente valiosa, fortaleciendo y regulando la vitalidad en la formación de los dientes. En dientes sensibles, también tengo buena experiencia con la arcilla blanca como componente de la crema dental.

¿Es importante una salivación equilibrada para una boca sana?

Efectivamente, la saliva es el elemento vital de la boca. Cuando decimos que «se nos hace la boca agua», nos sentimos bien tanto mental como físicamente. A través de ella, nuestros dientes reciben minerales, fortaleciéndose nuestras defensas inmunitarias y equilibrándose los ácidos vinculados a las comidas. Más de 400 medicamentos pueden provocar sequedad bucal. Por ello, los odontólogos holísticos apuestan por colaborar con el médico de cabecera responsable del tratamiento para encontrar alternativas.

 

 

Reforzar el esmalte dental.

Nuestros dientes están recubiertos por una capa mineral que los protege frente a agentes nocivos. El llamado esmalte dental es una de las sustancias corporales más duras. El calcio y el fósforo son los minerales principales que forman las estructuras del esmalte, pero son sensibles a los ácidos. Si tomamos azúcar a través de la comida y la bebida, las bacterias de la flora bucal la transforman en ácidos que erosionan el esmalte desprendiendo los valiosos minerales. Una saliva sana neutraliza los ácidos y limpia la cavidad bucal haciendo que los minerales presentes en la saliva se integren de nuevo en el esmalte (remineralización). Una alimentación adecuada y una higiene bucal correcta apoyan el ritmo natural de la remineralización.

Consejo de salud

Deja tiempo suficiente entre las comidas para que tus dientes se puedan regenerar y remineralizar de forma natural. Después de las comidas, enjuaga la boca con un colutorio bucal o agua y evita los tentempiés, zumos, bebidas gaseosas, el café o el té edulcorado.

Consejo de salud

¿Sabes que cepillarse los dientes inmediatamente después de comer puede dañar el esmalte dental? Es mejor esperar al menos 30 minutos, sobre todo después de un vaso de vino o zumo, o después de comer fruta. Entonces, el esmalte que ha sido disuelto por el ácido es especialmente sensible y literalmente puede quitarse con el cepillo.