Herpes labial

 

 

 

¿Qué hacer con los labios secos o el herpes labial?

Hay distintos factores que pueden influir negativamente en la delicada piel de los labios. Si se secan, las comisuras de la boca pueden agrietarse. Muchas personas conocen además la sensación de tirantez en los labios, a la que a veces le sigue cierto hormigueo. A menudo aparecen tras estos primeros síntomas unas pequeñas ampollas sobre los labios o en torno a ellos, que duelen y pueden romperse.

Un cuidado de alta calidad para los labios frágiles los hace más resistentes frente a las influencias ambientales. Con un buen cuidado nutritivo, la piel de los labios mantendrá su elasticidad evitando que se agriete. El Cuidado Labial Labimint Dr. Hauschka Med ha sido desarrollado para atender las necesidades de la piel de los labios con tendencia a el herpes. La exclusiva fórmula contiene una composición de ingredientes totalmente naturales cuyas propiedades calmantes se notan inmediatamente. Los ingredientes principales del Cuidado Labial Labimint, de agradable efecto refrescante, son los jugos recién prensados de caléndula y equinácea. Ambas plantas medicinales son conocidas por su acción antiinflamatoria y regeneradora. Estas propiedades se complementan con el efecto protector del aceite de jojoba, el antimicrobiano del extracto de salvia y el refrescante de la menta.

Una atención regular durante las fases sin herpes con el Cuidado Labial Labimint mantiene la elasticidad de la piel de los labios, ayuda a conservarla sana y a prevenir la aparición del desagradable herpes labial.

Protección con la planta medicinal: equinácea

El Cuidado Labial Labimint debe sus propiedades profilácticas contra el herpes labial sobre todo a la equinácea (Echinacea pallida). Para el Labimint se usa el jugo exprimido de las flores, hojas y tallos de esta vital planta medicinal, conteniendo así todos sus principios activos.

Estudios* demuestran que el jugo exprimido de equinácea detiene la multiplicación del virus y actúa previniendo y protegiendo contra el herpes labial.

*Hipper M et al.: Pharm. Ztg. 2009; 154: 1790-1792. Schneider S et al.: Planta Med 2010; 76: 265-272.

 

 

 

 

Los labios

La piel de los labios es muy distinta a la que envuelve el resto de nuestro cuerpo. La capa superior de la piel de los labios es extremadamente fina. Está formada por entre tres y cinco capas de células, en comparación con las aproximadamente 16 capas del resto de la piel facial. La capa más superficial de los labios tiene un grosor de tan solo la vigésima parte de un milímetro, y no cuenta con una película hidrolipídica protectora ni vello. Y al ser tan fina, los vasos sanguíneos que hay debajo se transparentan y aportan el color rojo a los labios. Esta piel tampoco tiene glándulas sudoríparas ni sebáceas, y no forma la melanina protectora, que es la responsable de que la piel se broncee con la exposición solar. Por ese motivo, la exposición a los rayos solares puede ser una causa de la formación del herpes labial.

En cambio, la piel de los labios contiene numerosas terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos con los que percibe mínimas variaciones de contacto y de temperatura. Y debido a la finura de la piel tenemos tan alta sensibilidad, de la que incluso los niños pequeños son conscientes: por eso les gusta explorar el mundo con la boca.

 

 

Cuando el sol, el viento u otras agresiones medioambientales dañan la frágil piel de los labios, cuando un resfriado nos deja bajos de defensas o cuando el trabajo requiere que demos el doscientos por cien, muchas personas sufren herpes labiales. La piel de los labios necesita, sobre todo en la fase de formación y de curación del herpes, protección y un cuidado especial.