Diente de león
El diente de león: pone en forma a la piel madura.
No lo subestimes: pese a su modesta apariencia, el diente de león rebosa vitalidad. Su poder nutritivo, su naturaleza soleada y su sabiduría benefician enormemente a la piel madura.
Una central solar en miniatura.
La luz es su elemento, el núcleo en torno al que gira. Y así, cada planta de diente de león es, básicamente, una central térmica activa que, amarilla como el sol, irradia luz «mientras que el resto de la naturaleza todavía se baña en la primavera fresca y húmeda», como nos explica nuestro jardinero especializado en plantas medicinales, Joscha Huter. Asimismo, el diente de león se encarga de nutrir el gran ciclo de la naturaleza con su calidez.
Nutrición para todos.
El diente de león es altamente nutritivo y sabroso. No es de extrañar que a tantos les guste: los ratones se nutren de sus raíces; liebres, ciervos y aves, de sus hojas; los insectos, de sus flores. Y las personas también lo apreciamos para nuestras ensaladas como rica fuente de valiosas sustancias amargas.
Preferiblemente, joven y dinámico.
Empleamos diente de león en nuestro Regeneración Intensiva Serum de Noche. Crece en nuestro jardín de plantas medicinales propio, siguiendo principios biodinámicos de principio a fin. Cosechado bien temprano, cuando aún es joven, lo transformamos en un extracto ritmizado que encierra todo el poder y la sabiduría del diente de león.
¿Qué quiere decir todo eso de la sabiduría?
Joscha Huter considera al diente de león como una de las plantas más sabias de la naturaleza. ¿De qué otra manera sería capaz de reflejar el cielo estrellado?», se pregunta. Y sí: la cabeza de semillas del diente de león es un globo perfecto formado por unos «pelos de cristal» transparentes que evocan formas estrelladas. El viento se las encarga de arrastrar, permitiendo que el diente de león crezca allá donde aterricen sus semillas, ligeras como una pluma. Una forma de reproducción tan refinada no puede ser sino un vestigio de la sabiduría de esta pequeña gran planta medicinal.
