Manteca de karité de Burkina Faso

Manteca de karité con certificación ecológica y de comercio justo.

La manteca de karité para la cosmética Dr. Hauschka procede del suroeste de Burkina Faso, de una empresa de la región en torno a Diarabakoko. Un encuentro en 2001 con Hermann Schopferer, fundador de Agrifaso, dio el impulso para empezar una colaboración a largo plazo para manteca de karité biocertificada. Hasta ese momento, Agrifaso procesaba sobe todo hibisco y estaba buscando una posibilidad de comercialización de otros productos agrícolas de esta región tan rural. El karité, como se denomina a los árboles que dan estas nueces mantecosas, crece aquí de forma silvestre en zonas designadas y estrictamente protegidas.

Desde 2019, la empresa cuenta con certificación no solo ecológica, sino también de comercio justo. Como es lógico, pagamos por ello un precio más elevado, del que se benefician muchas familias de pequeños agricultores en 21 pueblos: este excedente se invierte en formación sobre temas de salud o de tratamiento de agua potable y en el desarrollo de los pueblos. Así, por ejemplo, ha sido posible dotar algunas escuelas de mejores equipamientos, realizar análisis de agua potable y repartir botiquines de primeros auxilios.

 

El oro de las mujeres: la manteca de karité.

Alrededor de 4000 mujeres recolectan actualmente para Agrifaso nueces de karité de entornos silvestres controlados. La fabricación de la manteca de karité fue siempre una cosa de mujeres: la producen a mano desde hace generaciones y la emplean, no solo para cosméticos, sino también como alimento. Tradicionalmente, las familias viven de la agricultura a pequeña escala; prácticamente no hay trabajo fuera de la agricultura. Gestionan unas 5-7 ha de tierra, donde cultivan maíz, mijo, cacahuetes, en parte sésamo, y a veces arroz o hibisco. La mayor parte se utiliza para su propio consumo y, si sobran pequeñas cantidades, se ofrecen en los mercados locales. Para las mujeres, el dinero de las nueces de karité es por tanto un importante ingreso adicional.

Con él aseguran el suministro básico de alimentos y medicamentos necesarios. Y sobre todo les permite pagar la educación de sus hijos y enviarlos a escuelas secundarias y, en el mejor de los casos, incluso una formación profesional o estudios en la universidad. Algunos de los niños de esta región tienen actualmente un buen puesto de trabajo en organismos gubernamentales o encontraron empleo en pequeñas empresas locales.

 

 

 

 

Procesamiento en el propio país.

Respecto a las cooperaciones de cultivos y materias primas, para WALA es importante dejar tanto valor como sea posible en el país. Además, los socios deben ser independientes de WALA. Así ocurre en el caso de Agrifaso. El procesamiento de las nueces se realiza casi por completo allí mismo: las mujeres pelan, secan y almacenan las nueces de karité en unas instalaciones financiadas en parte por WALA. Agrifaso, con sede en Bobo-Dioulasso, compra las nueces y las transporta desde los diferentes pueblos directamente al lugar de procesamiento. Allí, las nueces peladas se prensan en caliente y se transforman en manteca de karité. Agrifaso cuenta con 150 empleadas y empleados fijos, que garantizan una producción continua de la manteca de karité con una buena calidad constante. En Europa solo se realiza el paso de refinado.

 

 

 

 

Una selección de productos Dr. Hauschka con la preciada manteca de karité