Cuidado corporal natural Dr. Hauschka

La calidez nos permite encontrarnos.

Calidez, dedicación y atención. Un momento para regalarse a uno mismo. Tomar conciencia de nuestras sensaciones y relajar hasta las puntas de los pies. ¿Unas vacaciones de relax? En cierto modo sí. Con la diferencia de que lo puedes disfrutar cada día, cada mañana y cada noche, en tu propio hogar, mientras disfrutas de tu cuidado corporal natural con Dr. Hauschka. Y es que nuestro ritual de tratamiento corporal cotidiano viene marcado por la calidez, la dedicación y también por tu propio ritmo.

En el colegio aprendimos que nuestra temperatura corporal normal es de 37 ºC y que, cuando tenemos una temperatura más alta o más baja, es que estamos enfermos.

 

 

 

 

Sin embargo, nuestra temperatura interna está diseñada conforme a un ritmo, al igual que todo lo demás en la vida. A las 15:00 horas alcanza su punto más alto y a las tres de la madrugada, el más bajo. Todo nuestro organismo se encarga de regular el ritmo básico de 24 horas del calor corporal, directamente relacionado, por cierto, con nuestra conciencia.

Pese a todo, hoy en día, a menudo nos falta esa calidez básica, ya sea por llevar ropa de poco abrigo o por el estrés del día a día. Nos enfriamos llegando a sufrir problemas a la hora de dormirnos o, incluso, nos desvelamos. Despiertos y alerta hasta que cae la noche, llegado el momento, a veces anhelamos disfrutar de un ambiente que nos aporte algo de calidez. Pero, ¿dormir con los pies fríos? Imposible.

Nos ocupamos de los ritmos naturales y acompañamos tu ritmo térmico sano con la cosmética natural Dr. Hauschka. Por ejemplo, cada mañana, cuando te despiertas, los vasos sanguíneos especialmente los periféricos de nuestro sistema vascular se contraen y el calor se concentra o, lo que es lo mismo, aumenta internamente. Así te despiertas y espabilas. Nuestros productos con Limón-Lemongrass son los productos ideales para acompañarte en este momento, centrarte y despertarte. De noche, ya en la cama, ese mismo calor desea volver a fluir por todo tu cuerpo, de pies a cabeza. Los vasos exteriores se expanden, las manos y los pies se calientan. Para ello, nada mejor que un baño caliente de pies con uno de los Baños Dr. Hauschka. Y, lo que es más, disfrutar regularmente de baños de pies puede servir para mucho más que para calentar los pies por un momento: a largo plazo, los baños ayudan a tu cuerpo a recuperar su regulación térmica interior.

Nuestros aceites corporales son un buen complemento para los baños. Estos todoterrenos apoyan el ritmo básico térmico. Pueden concentrar, disipar y dejar fluir el calor. Disfruta del placer de aplicar y distribuir con atención un poco de aceite corporal sobre tu vientre o las plantas de los pies: un pequeño ritual nocturno, como un cálido abrazo o un beso de buenas noches lleno de cariño. Así es nuestra cultura cosmética Dr. Hauschka para ti.

 

Entrevista

Entrevista con Annette Greco, Jefa del departamento Desarrollo galénico, y Florian Junge, Jefe del equipo de Gestión de productos de cuidado corporal acerca de la calidez y el ritmo en el tratamiento corporal  

 

 

 

 

Sra. Greco, usted desarrolla diferentes productos de tratamiento para Dr. Hauschka, para la cara y el cuerpo. La piel del cuerpo, ¿de verdad se diferencia tanto de la piel de la cara del rostro? ¿No basta con una crema para todo?

Annette Greco: En realidad, es verdad que el rostro tiene unas necesidades muy diferentes a las de la piel del cuerpo. Es un órgano más de la cabeza, al igual que los órganos sensoriales, los ojos, la boca y la nariz. Son órganos con menor actividad metabólica y temperatura, siendo más bien fríos, y están involucrados en los procesos de degradación. La piel del rostro está sometida al mismo nivel de degradación, su regeneración no resulta suficiente. Por eso tendemos a sufrir de arrugas en el rostro. No conozco a nadie que se queje de que le haya salido una arruga en el muslo, por ejemplo. Pero tampoco he oído decir a nadie: Tengo celulitis en la mejilla. El cuerpo está marcado por el sistema metabólico, unido a la generación térmica. Y el rostro, por el sistema nervioso sensorial, unido a los procesos catabólicos de degradación. Así que, por ello, los productos de tratamiento para cuerpo y rostro han de ser necesariamente diferentes.

¿En qué se diferencian los productos de tratamiento corporal y facial?

Greco: En el caso del rostro, siempre debo intentar reforzar la regeneración. Al contrario, cuando se trata del tratamiento corporal debo centrarme en la dinámica térmica. Cuando desarrollamos los productos de tratamiento corporal nos preguntamos: ¿Cómo podemos ayudar mediante una aplicación externa la generación de calor del cuerpo, y a la vez distribuirla, además de favorecer su flujo e, incluso, suprimirlo?

Florian Junge: Además, en el tratamiento facial, la protección frente al día a día también es muy importante. El cuerpo está protegido por las prendas que llevo, pero el rostro queda más expuesto. Así que tengo que protegerlo de otra manera: para afrontar el día, necesito una preparación diferente a la que ofrece el tratamiento corporal.

¿Y qué ocurre con el cuidado de noche libre de grasa que recomiendan para el tratamiento facial? ¿También es relevante para la piel del cuerpo? ¿Deberíamos dejar de aplicarnos tratamientos corporales grasos por la noche?

Greco: No, en absoluto. Lo verá todo más claro cuando conozca los tratamientos Dr. Hauschka como un tratamiento en consonancia rítmica. Cuando hablamos del rostro y del cuerpo, simplemente, estamos hablando de ritmos diferentes. En el rostro favorecemos el ritmo de los procesos de regeneración y degradación. La regeneración se produce, más bien, en el elemento acuoso. Por ello, los productos regeneradores de cuidado de noche para el rostro son de base puramente acuosa. En el caso del cuerpo, acompañamos este ritmo favoreciendo esa gran oscilación térmica interior. Por ello, en el tratamiento corporal nos ocupamos de la calidez: una calidez que me permite encontrarme conmigo mismo y que, llegado el momento, vuelvo a hacer fluir, es decir, a liberar. Así, si en el tratamiento facial prestamos atención a si un producto es graso o no, en el caso del tratamiento corporal debemos prestar atención a si el producto ofrece o no lo que podríamos llamar un efecto calor. Las aplicaciones de calor siempre suelen estar vinculadas a los aceites. Así que sí, por supuesto que puede emplear cremas o aceites corporales de noche.

Sin embargo, algunos conocerán esa sensación de notar la piel más seca por la mañana después de haberse aplicado un aceite corporal la noche anterior.

Greco: Los aceites corporales son unos productos Dr. Hauschka que tratan muy directamente el calor de nuestro cuerpo. El aceite no es más que el calor concentrado de un verano, pura fuerza solar concentrada. Agregar plantas medicinales nos permite especificarlos un poco más. La primera pregunta es qué deseo alcanzar con el aceite. Los seis aceites corporales Dr. Hauschka me ofrecen posibilidades de variación muy amplias. Por ejemplo, si deseo concentrar ese calor, yo utilizo el Aceite Corporal de Limón-Lemongrass. Con el Aceite Corporal de Endrina puedo activar la generación térmica del cuerpo. En casa tengo todos los aceites corporales Dr. Hauschka y trabajo con ellos como si fuera un teclado. Me gusta seleccionar el aceite que necesito para afrontar el día, o el que necesito después de ese día.

¿Qué quiere decir con que los aceites corporales Dr. Hauschka son productos de cuidado personal? Suena algo inusual. ¿Podría aclararlo?

Greco: Efectivamente. Ahí es donde notamos que nuestros aceites corporales no son solo productos para el cuidado de la piel, sino también productos de cuidado personal. Por ello, a menudo aplico primero un aceite corporal y, después, una loción corporal.

 

Entonces, cada persona debe encontrar su propio ritual de tratamiento corporal. Aun así, en el desarrollo de productos, ¿trabajan con cuadros cutáneos determinados, desarrollando productos para ellos?

Greco: Más bien, trabajamos con cuadros humanos. Hemos observado las diferentes constituciones humanas, independientemente del tratamiento corporal o facial. ¿Cómo se manejan en el plano térmico las personas que llamaríamos matutinas? ¿Y las vespertinas? ¿Con qué rituales de tratamiento podemos ayudar a las personas que tienen dificultades para mantener un ritmo térmico sano? Esa calidez resulta tremendamente inspiradora en nuestro trabajo.

Entonces, ¿es posible considerar por separado el tratamiento corporal y cuidado facial, al hablar de las diferentes constituciones humanas?

Junge: No, lo que ocurre es que, desgraciadamente, tendemos a pensar en el vínculo entre el tratamiento facial y el tratamiento corporal como algo muy abstracto, incluso como polos opuestos. Pero, en realidad, ambos encajan muy bien entre sí. Cuando me encuentro bien, en mi centro interior, inmerso en mi calidez, eso es algo que también irradio.

Greco: Yo daría incluso un paso más y hablaría sobre el concepto de mantenernos sanos. Cuando hablamos de conservar la belleza o el tratamiento corporal es el elemento central. Si no hago por fortalecer el cuerpo en su propósito humano original, ya puedo hacer lo que quiera en el rostro, que seguirá presentando defectos, por así llamarlos. La verdadera belleza la puedo favorecer cuidando el cuerpo a un nivel que vaya más allá del cuidado de la piel. En este caso, no se trata de decir si la piel se muestra menos descamada o si muestra más celulitis, eso no es relevante. Eso puede ser un efecto estético secundario. Más bien se trata de algo que constituye al hombre como hombre, verdaderamente, y de cuidarlo. Algo que en última instancia lleva a la belleza en el exterior, a través del interior.

Hoy día, muchos se pasan todo el día trabajando frente al ordenador y notan que la cabeza cada vez se calienta más, mientras que los pies cada vez se enfrían más. ¿Es posible que el tratamiento corporal adecuado pueda ayudar en estos casos?

Greco: Por la mañana me ayuda el Aceite Corporal de Lodo y Lavanda, que me proporciona un manto de protección. Por la noche, un baño de pies con el Baño de Lodo y Lavanda, ayuda a mi mente, ya saturada, a procesar las impresiones del día. No obstante, el tratamiento corporal no sustituye de ningún modo a lo que sería un cuidado consciente de mí mismo. Pensar, por ejemplo, basta con calentarme rápidamente las manos y ya está, sería una mera sustitución. Lo que necesito es obtener esos impulsos que me permiten retornar por mí mismo a mi propia calidez. Mi problema esencial no son las manos frías. Un problema esencial es haber perdido la atención que me dedicaba a mí mismo, el saber lo que me hace bien y lo que no. Entonces, lo que yo personalmente busco con el tratamiento corporal es volver a desarrollar esa sensibilidad hacia mi persona.

La manera en la que me trato, me escucho, me cuidado, ¿es eso parte de la cultura cosmética Dr. Hauschka?

Junge: Yo creo que sí. Hoy día vivimos en ese anhelo constante de retornar a esa cultura que fomenta el cuidado personal. Pero no en forma de ese exceso de aplicaciones que nos ofrece la industria del bienestar. El bienestar puede surgir, más bien, por omisión o renuncia, si simple y conscientemente disfruto de una cosa y no me dejo llevar por ese exceso de aplicaciones. A la hora de vivir una situación con plena consciencia, ahí pueden ayudarme los productos Dr. Hauschka. Entonces pienso si esta cultura cosmética que me ayuda a mantenerme sano no es acaso algo que me puede acompañar y ayudar en mi vida, además de un concepto moderno. Para mí, en el fondo se trata de ese anhelo de encontrarse y de volver a aprender esa sensibilidad olvidada hacia uno mismo. Quizás también sea una encomienda cultural.

Greco: Hacer cultura no significa otra cosa que crear. Y para ello no tengo por qué pintar cuadros o dar forma a esculturas de piedra, también se trata de cómo creo mi propia biografía, mi propio día a día. Eso es cultura para mí. Y si la forma en la que empleo la cosmética es capaz de proporcionarme ese impulso que necesito para volver a prestar más atención a mi persona, a recuperar verdaderamente esa actividad creadora, entonces, para mí, eso es la cultura cosmética. Pero también lo es la manera en la que percibo el medio. Para mí, la cultura cosmética Dr. Hauschka abarca también la responsabilidad ante la naturaleza, los procesos y las aplicaciones y, volviendo al punto anterior, volver a asumir la responsabilidad por mí mismo irradiando calidez, sentido social y pasión. Porque la manera en la que me trato también puede surtir cierto efecto en el encuentro con otras personas.

 

 

 

 

Cuidado corporal reconfortante Dr. Hauschka

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